Hola Javi:
¿que tal va todo por Palma? Por aquí mal, ya por fín soy veterano y van y me echan del Pío por hacer novatadas. Te cuento todo bien que hace mucho que no hablamos.
Cuando llegué al colegio mayor del Pio XII, hace ya dos años y medio, estaba encantado, nervioso pero feliz de empezar una nueva etapa y conocer gente nueva. Como todo el mundo empecé siendo novato. Hubo momentos que estábamos todos los novatos muertos de miedo porque no sabíamos que nos iban a decir que hiciésemos. Al final tuvimos algunas situaciones más duras, como cuando nos hacían levantarnos a las 5 de la mañana y meternos en la ducha con agua helada, nos obligaban a saltarnos clases, nos hacían beber como cosacos hasta que estábamos borrachos y nos sacaban en calzoncillos a las tantas de la madrugada para correr. Aún así y con todo esto puedo decirte que ha sido una de las mejores etapas de mi vida, he conocido muchísima gente como yo quería, hemos logrado tener mucha unión todos los novatos de mi año y gracias a los veteranos que me obligaban a declararme a chicas me he sociabilizado más.
Rápidamente llegaron las semanas de novatadas que como te decía hubo de todo, momentos divertidos y algunas cosas más duras de llevar. Te voy a contar una anécdota de novatada que le hicieron a Luis, uno de los novatos amigo mío. Los veteranos llegaron de pronto a su habitación y le dijeron que debía estar dos horas haciendo “el cuco”. Luis tenía que meterse en el altillo de un armario (sin ayuda de sillas ni de nadie para llegar hasta arriba), meterse dentro y cada vez que los veteranos gritasen: ¡CUCOOO! Mi amigo tenía que sacar la cabeza del armario y cantar “cucu,cucu” imitando el canto del cuco de un reloj antiguo. La verdad que no te imaginas lo que nos reimos, incluido él. De esa a otras novatadas más fuertes como que los veteranos nos llamaban para que les limpiásemos sus habitaciones llenas de basura, usarnos como banquetas para sentarse encima de nosotros y descansar como si estuviesen en un sillón. Una fortísima que me contaron es de unos veteranos de otro colegio mayor que despertaron a un novato a golpes y se pasaron con las bofetadas y acabaron dejándole moratones, pero vamos que eso no suele ser lo normal, los veteranos se pasan a veces pero nunca hasta ese extremo, eso lo hace gente idiota que no sabe como novatear y te lo digo yo ahora que soy veterano.
Por último Javi contarte mi historia de expulsión del Pío. En los últimos años los colegios mayores se han puesto más estrictos con las novatadas. En el interior de las residencias en principio no esta permitido novatearpero todos los veteranos lo hacen. Mi gran problema fue que en el Pio nos grabaron unas cámaras de seguridad a dos amigos míos y a mí haciendo novatadas a unos de primero y por ello el director nos expulsó del colegio mayor. Ahora estoy viviendo en un piso con estos dos amigos y me sigo llevando fenomenal con la gente del colegio mayor . Estos 2 años y medio han sido una de las mejores experiencias de mi vida, que no cambiaría por nada y que sin duda volvería a repetir aunque tuviese que pasar de nuevo por las novatadas, porque para mí fueron increibles.
Así que es la última vez que te lo digo, anímate este año a venirte a estudiar a Madrid y a alojarte en un cole mayor que es lo mejor que podrías hacer. De todos modos sabes que en mi piso siempre serás bien recibido.
Un saludo tío,
Gonzálo
Novatadas, ¿amigos o enemigos?Las novatadas son la máxima diversión para algunos y la total humillación para otros. Es interesante ver cómo cambia la visión y concepción de las mismas depende de en qué bando se esté. Las novatadas son algo así como una guerra civil que se lleva a cabo en los colegios mayores desde hace generaciones.
Prohibirlas, limitarlas, evitarlas, criticarlas o considerarlas inhumanas son muchos de los términos que se oyen en la sociedad, especialmente la adulta, cuando sale el tema de las famosas novatadas. Muchos padres dirán “mis hijos no van a un colegio mayor porque no quiero que les humillen”, muchos otros no sabrán exactamente en qué consisten, aunque todos y cada uno de ellos han oído alguna historia encuadrada en el contexto de “lo que me pasó en las novatadas”.
Las novatadas son divertidas y duras cuando se es novato, y entretenidas y creativas cuando se es veterano. Pero, ¿Dónde está el límite?, ¿Dónde se encuentra la delgada línea roja que no debe cruzarse? Ese es el principal problema de esta práctica universitaria. Porque, como en cualquier situación humana, existe un grupo que cruza los límites y otro que acata las normas. El problema es que, en este caso, depende del código moral de cada universitario.
En conclusión, lo que comienza como una fiesta, una risa o una carcajada puede, en algunos casos, convertirse en un trauma en forma de exclusión social o humillación. Existen novatadas para todos los gustos, de todos los tipos y colores, pero son los novatos y los veteranos los que definen cómo se llevarán a cabo, cuáles serán las pruebas a realizar y los que decidirán si merece la pena pasar la época de las novatadas sólo para entrar y encajar en un colegio mayor de una ciudad desconocida.