jueves, 24 de noviembre de 2011

La adicción al teléfono móvil

Joven apegada a su teléfono móvil
A lo largo de las últimas décadas la innovación tecnológica se ha impuesto a cualquier sector de la población; niños, jóvenes, adultos y ancianos tienen un portátil, un móvil y una conexión a internet. Lo que en un inicio consistía en una mejora de la comunicación se ha convertido en uno de los datos imprescindibles en la vida de muchos. Actualmente se está dando, en mayor o menor medida, un fenómeno de adicción al teléfono móvil en jóvenes y adultos principalmente.
Iphone, Blackberry, chat o WhatsApp son términos conocidos ya por todos. La mensajería instantánea ha creado un nuevo tipo de relación humana, en la que los emoticonos expresan emociones, la timidez se vence ante un simple aparato y el trabajo se facilita de forma radical. E-mails, datos adjuntos, conversaciones privadas y redes sociales caben en un smartphone de tamaño menor a una mano.

Pero ¿Son estos smartphones una solución para mejorar las relaciones humanas o, por el contrario son como un gas tóxico que las deteriora de forma constante? Conversaciones en las que interviene la blackberry, mentes distraídas pensando sólo en su teléfono móvil, paseos en los que la realidad que te rodea desaparece ante un nuevo chat. ¿Es eso bueno para la salud?

Como todo en la vida, existen dos puntos de vista. Contrastando con lo anterior, los smartphones se pueden considerar medios inestimables a la hora de trabajar, vías de mayor conocimiento en menor tiempo o calendarios y agendas que hacen que la memoria tenga un poco menos de trabajo. En esta sociedad los smartphones sirven para hablar, escribir, trabajar y encontrarse en un lugar a una hora. ¿Son necesarios? ¿Cómo es posible que se haya dado este fenómeno de adicción cuando hace menos de 60 años nadie tenía un teléfono móvil? Leer más...